-La apnea del sueño y el insomnio suelen empeorar durante los meses de frío.
-Un sueño suficiente y reparador puede evitar el típico resfriado invernal
En estos meses de invierno, los de peor clima del año, la naturaleza, siempre tan sabia, cambia nuestra fisiología para intentar dormir más (tal y como hacen los animales que, por estas fechas, realizan la hibernación) para lograr así un mejor estado de salud y pasar estos duros días de frío, lluvia, nieve y viento libres de enfermedades.
Según, Jesús Escribá, médico especialista en Neurofisiología Clínica y experto en Medicina del Sueño:”Dormir bien es en estas fechas más importante que nunca, para no contraer resfriados ni depresiones que nos hagan pasar un crudo invierno”.
Fenómenos como la menor cantidad de horas de luz solar o la disminución, en ocasiones, muy drástica, de las temperaturas nocturnas son, en realidad, dos mecanismos para, a través de estos dos inductores clásicos y naturales de sueño (oscuridad e hipotermia), facilitar que podamos dormir más, pero no siempre es así.
Según Escribá, director del Instituto de Medicina del Sueño, “durante esta época del año aumentan los casos de depresión y de apnea del sueño, entre otros trastornos del sueño” Estudios recientes manifiestan que la falta de luz solar predispone a sufrir, en personas que tradicionalmente duermen mal o presentan trastornos del ánimo, el denominado por los especialistas Trastorno Afectivo Estacional. De hecho, para su tratamiento, como asegura el Dr. Escribá: “es muy efectiva la luminoterapia, siempre bajo prescripción médica; pero, en estos casos, hay que valorar ampliamente los signos de depresión porque pueden ser el primer signo de alerta de una patología de sueño y, solucionándola óptimamente, nuestro ánimo mejorará clara y definitivamente”. El especialista en Neurofisiología Clínica nos recomienda además “exponerse a la mayor cantidad de luz solar por la mañana y reducir las luces artificiales al máximo a medida que se acerca la hora de acostarse”, siendo ésta una de las medidas sencillas y básicas que Jesús Escribá y su equipo de colaboradores, todos ellos expertos en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos de sueño, nos ofrecen a través de su portal web DORMIRBIEN.INFO .
Entre ellas, el hábitat de sueño y la dieta son también factores muy importantes. Según apunta Escribá, “las comidas abundantes y calóricas que típicamente ayudan a llevar mejor el frío, no son aconsejables en la cena, y menos aún durante las 3 o 4 horas antes de acostarnos, ya que, de lo contrario una digestión pesada interferirá en el sueño”.
Además, son también más frecuentes en invierno las condiciones adversas climatológicas. ¿Cuántas veces la lluvia o el viento fuertes nos han hecho pasar una mala noche? Acondicionar mejor puertas y ventanas, prescindir de persianas poco estables y usar tapones esa noche para dormir son otras medidas recomendadas para que, a pesar del mal clima, podamos tener felices sueños
En cuanto a la temperatura del dormitorio, a veces la calefacción abusiva para “pasar calentitos la fría noche”, tampoco favorece nuestro sueño óptimo y reparador. En ese sentido, Escribá nos recomienda que “para dormir es mejor hacerlo con varias capas de ropa, mantas o edredones, que podemos ir quitando o añadiendo según nuestras sensaciones, que una calefacción que, además de aumentar excesivamente la temperatura y, anular, con ello, uno de los inductores clave para el sueño como es la disminución de la temperatura nocturna, también puede resecar considerablemente el ambiente y, por consiguiente, nuestras mucosas, provocando que respiremos mayormente por boca y ronquemos más”.
En esa línea, el especialista comenta que “estudios recientes han demostrado que los casos de roncopatía y síndrome de apnea-hipopnea del sueño se agravan durante los meses de frío, ya que, en esta época, el trastorno respiratorio aumenta en frecuencia y en severidad, debido a varios factores, como la mayor probabilidad de contraer el típico resfriado invernal”
De hecho, aludiendo a la reciente y amplia epidemia de gripe, resalta Escribá que “el sueño es clave para mantener bien nuestro sistema inmunitario, por lo que dormir bien es el mejor tratamiento preventivo para evitar infecciones”. Numerosas investigaciones han evidenciado que los niveles de inmunoglobulinas (parte de las denominadas “defensas” de nuestro cuerpo) son significativamente mayores en aquellos que duermen más de 6 horas y presentan adecuadas proporciones de sueño profundo o reparador, por lo que un óptimo descanso puede ser la manera más sencilla y eficaz de librarnos, al menos, de ese molesto catarro que nos afecta a casi todos en estas fechas.
Por tanto, son varias y muy importantes las razones por las que dormir bien en esta época es más importante que nunca. Los trastornos del sueño representan, en conjunto, actualmente, la patología médica más prevalente en la sociedad actual y, ante cualquier signo de poderlos padecer resulta fundamental acudir a un especialista tan pronto como sea posible porque, según concluye Escribá: “Hoy en día, disponemos de medios diagnósticos excelentes y tratamientos muy eficaces para poder solucionar cualquier trastorno de sueño. No hay que olvidar que dormir es lo que más hacemos en nuestra vida y que el cuerpo humano soporta peor la falta de sueño que el hambre o la sed, por lo que claramente está justificada científicamente la gran importancia que tiene el dormir bien”