En el Instituto de Medicina del Sueño hemos mejorado el sueño de miles de pacientes y queremos compartir nuestro método contigo.
Nuestro compromiso es hacerte dormir mejor desde el principio y solucionar cualquier problema en sólo 15 días.
Nuestro método es único, eficaz y rápido, porque…
…y para mejorar tu sueño, sólo tienes que hacer 3 cosas:
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Seguir nuestras recomendaciones para DORMIR MEJOR en menos de 15 días, con un TRATAMIENTO PERSONALIZADO para mejorar tu sueño por y para siempre y, si reservas tu cita en menos de 1 semana desde que hiciste el test, beneficiarte GRATIS de nuestro servicio “Dormir Mejor Es Salud”
Además, si no puedes acceder a nuestros servicios pero necesitas una evaluación básica de tu sueño sin coste, te la ofrecemos clicando AQUÍ y si todavía tienes dudas puedes saber contactarnos y más de nosotros en nuestras redes sociales y canal de TV y de los testimonios de nuestros pacientes a través de este enlace.
¿A qué esperas para dormir mejor? Cuidar de tu sueño y de tu salud es nuestro objetivo, y ahora más que nunca queremos que tengas FELICES SUEÑOS!
Durante el mes de Noviembre, ofrecemos GRATIS todos nuestros recursos audiovisuales con evidencia científica para mejorar tu sueño de nuestro servicio “Dormir mejor es salud”. Sólo tienes que completar nuestro TEST DE SUEÑO y seguir las instrucciones del e-mail que recibirás al elegir la opción “Quiero beneficiarme de alguna promoción”
¿Preparad@ para otro cambio horario? No olvides retrasar de las 3 a las 2 la hora en la madrugada del próximo sábado a domingo.
Descubre qué hacer para que te afecte lo menos posible, sea el último, y obtener una evaluación gratuita
Desde el Instituto de Medicina del Sueño queremos sumarnos al manifiesto de la Sociedad Española de Sueño y de muchas otras sociedades científicas que desaconsejan claramente el cambio horario y, además, pedirte la colaboración para firmar esta petición para elevar nuestra solicitud al Parlamento Europeo. Además, si aprovechas esta promoción por nustro aniversario te regalamos una evaluación de tu sueño gratis!
Tal y como explicamos en esta entrevista de TV, “dormir adecuadamente las horas necesarias y mantener un ritmo regular del ciclo sueño-vigilia es uno de los pilares fundamentales de la salud”. Un sueño insuficiente, desorganizado y de mala calidad, favorece la aparición de enfermedades tan frecuentes, graves y con tan alto impacto social y económico como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, el infarto de corazón, el ictus, la depresión y la ansiedad.
El control del sueño corre a cargo de un reloj interno situado en el cerebro que depende de factores externos como la temperatura y la luz. Esta última tiene una gran importancia en la regulación del reloj interno y en la instauración de un ritmo sueño-vigilia ordenado y estable.
En nuestro planeta las horas de exposición a la luz solar cambian a lo largo del día y tiene gran importancia cuándo amanece y cuándo anochece. Tanto la oscuridad por la mañana como la luminosidad por la noche retrasan el reloj interno produciendo un desajuste en el mismo y esta desincronización hace que las personas tengan tendencia a acostarse más tarde por la noche y despertarse más tarde por la mañana.
En cualquier caso, por fin ha llegado el último domingo de Octubre y con él recuperamos nuestra hora de sueño perdida. Es por eso que en la madrugada del próximo domingo, a las 3:00h tendremos que atrasar nuestros relojes a las 2:00h. El cambio de horario, aunque sólo sea de una hora, altera el tiempo de exposición al sol durante el día y desequilibra al reloj interno, que tarda varios días en reajustarse, pero según nuestro director, el Dr. Jesús Escribá, médico neurofisiólogo experto en medicina del sueño, “podemos intentar reducir al máximo sus efectos, intentando hacer un cambio paulatino y progresivo de nuestros hábitos, para que no sea algo brusco, por ejemplo avanzando o retrasando la hora de acostarse y levantarse cada día 15 minutos en 4 días anteriores y posteriores a dicho cambio”.
Este cambio provoca que se tienda a dormir menos tiempo los días laborables y a dormir más los festivos, una situación que puede favorecer un bajo rendimiento laboral y escolar y, de forma crónica, facilitar la aparición de enfermedades asociadas a la falta y a la mala calidad del sueño. Cambiar la hora implica un periodo de adaptación y es por ello que se eligió hacer en la madrugada del sábado al domingo. A pesar de ello, no es infrecuente que los primeros días después del cambio de hora algunas personas refieran irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral e insomnio. Por ello es conveniente no hacer cambios y promover una mayor exposición a la luz natural cuando la mayoría de las personas están trabajando o aprendiendo en la escuela. Esto es lo que ocurre durante el horario de invierno (GMT+1), en contraposición a lo que sucede con el de verano (GMT+2).
Aun así, si presentas estos síntomas más de 48-72h, deberías de hacer nuestro test de sueño y contactarnos para descartar que no estés desarrollando un trastorno de sueño.
Nuestros estudios recientes indican que el horario de invierno en España es, por un lado, el que permite una mayor sincronía entre la salida del sol y el inicio de la jornada laboral y escolar; y, por otro, el que conlleva una mayor exposición a la luz solar durante la franja horaria laboral y escolar. El horario de invierno facilita tener más horas de sueño y un despertar más natural que coincide con el amanecer. Si hubiese un horario de verano permanente, en los meses de invierno habría falta de luz por la mañana y en los de verano un exceso de luz por la noche, una situación que desajusta el reloj interno y puede provocar bajo rendimiento y vulnerabilidad a determinadas enfermedades. En algunas ciudades españolas, un horario de verano durante todo el año supondría que en invierno el amanecer no se produciría antes de las 9.30 horas y que en verano el anochecer llegaría sobre las 22:00 horas.
Por todo ello, el Instituto de Medicina del Sueño, en línea con la Sociedad Española de Sueño aconseja que en España lo más conveniente para la salud es que exista un horario estable sin cambios durante el año; y que se mantenga de forma permanente el horario de invierno (GMT+1). Gracias a esto se conseguiría una mayor exposición a la luz solar durante la franja horaria laboral y escolar más habitual (8:00 am – 17:00 pm), especialmente en las primeras horas de la mañana.
Nuestra postura viene avalada por estudios científicos que muestran que el horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable que el del verano, mejora el rendimiento intelectual y, ayuda a disminuir la aparición de enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad, el insomnio y la depresión. El horario de invierno, por tanto, sería el más beneficioso para la población española, especialmente para los grupos más sensibles a los cambios de horario y a padecer trastornos del sueño y de la salud como son los niños y las personas de edad avanzada.
Referencias
Van Cauter et al. Metabolic consequences of sleep and sleep loss. Sleep Med 2008; Suppl 1: S23-8.
Roenneberg et al. The Circadian Clock and Human Health. Curr Biol 2016;26: R432–R443.
Roenneberg et al. Social jetlag and obesity. Curr Biol 2012;22:939–943.
Merikanto et al. Associations of chronotype and sleep with cardiovascular diseases and type 2 diabetes. Chronobiol Int 2013;4:470-7.
Merikanto et al. Evening types are prone to depression. Chronobiol Int 2013;5:719-725.
El Instituto de Medicina del Sueño (WWW.DORMIRBIEN.INFO) cumple 14 años como portal web de referencia en medicina del sueño ampliando su red de centros y profesionales especializados en el diagnóstico y tratamiento de cualquier trastorno de sueño.
Desde hace más de 14 años, hemos ayudado a miles de pacientes a dormir mejor y queremos seguir cuidando de tu sueño, tanto si eres paciente como si no, con estas promociones vigentes hasta final de mes:
1. Si todavía no eres paciente: comparte nuestra última publicación etiquetando o añadiendo en sus comentarios a 10 amigos a través de nuestro Facebook o Instagram y haz nuestro test de sueño gratuito aquí adjuntando como prueba una captura de pantalla de dicha red social para poder contactarte y darte tu regalo.
2. Si ya eres paciente o sujeto nuestro :
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y te regalaremos nuestro excelente servicio “Dormir Mejor Es Salud”, una renovada plataforma con infinitos recursos audiovisuales maravillosos, todos ellos con evidencia científica para que vayas mejorando tu sueño a tu ritmo, o con la ayuda de nuestro equipo multidisciplinar de expertos
Ayúdanos a difundir la importancia de dormir mejor en nuestro 14º aniversario, porque #DormirMejorEsSalud.
Nuestro director, el Dr. Jesús Escribá, ha participado activamente en el congreso internacional de Neurofisiología, celebrado recientemente en Yakarta y, como siempre, se trae consigo geniales novedades para estar siempre a la vanguardia científica en beneficio del paciente, entre ellas:
– Nuevo tratamiento para el insomnio, con un mecanismo de acción diferente, que no crea dependencia y es mucho más eficaz que lo usado hasta ahora, al que puedes acceder tras evaluar tu sueño con nuestro test gratuito clicando aquí /o reservar una cita con nuestros expertos en este enlace.
– Mejoras en la evaluación mediante electroencefalograma cuantitativo en forma de mapeo cerebral, para identificar mejor posibles candidatos a técnicas de estimulación eléctrica transcraneal, muy útiles sobre todo en casos de autismo, trastorno por déficit de atención e hiperactividad y otros déficits neurológicos aunque también para problemas de sueño y de dolor crónico que resultan claves en proyectos de colaboración como el que hemos firmado con IVANN y Clínica Reeduca, gracias al cual vamos a mejorar la salud y calidad de vida de muchos jóvenes y sus familias. Para más información, clica aquí y/o contacta en el 963444410 o escribiendo a neurofisiologia@ivann.es.
– Nuevas técnicas para la medición del dolor, que permiten valorar su posible origen neuropático y decidir pronta y acertadamente su mejor tratamiento, complementando así nuestra línea de estudios y terapias para el dolor, cuyo detalle puedes consultar con un clic aquí
Así pues, a las puertas de nuestro 14ª aniversario, seguimos mejorando y avanzando para brindarte los mejores servicios capaces de optimizar tu sueño, tu bienestar y, en definitiva, tu salud, recomendándote que nos sigas en redes sociales:
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para estar enterado de las novedades y promociones que tenemos para ti.
Según la DGT, un tercio de los conductores han sentido somnolencia al volante en alguna ocasión y ésta multiplica por siete el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.
Se calcula que este verano, 1 cada 3 accidentes de tráfico se producirán por dormirse al volante y que en esta época es donde más frecuentemente tienen lugar este tipo de accidentes. Pero no sólo son más frecuentes, sino que también son más mortales (es 10 veces más probable morir por dar una cabezada mientras conduces, que por un despiste o reventón de rueda), pues la capacidad de reacción del conductor es prácticamente cero y, por tanto, la gravedad del choque, mayor.
Además, la somnolencia derivada de pasar una mala noche o provocada por patologías como el síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS) es un factor de riesgo de accidente de tráfico al mismo nivel que el exceso de velocidad o la toma de alcohol.
Tal y como recuerda Jesús Escribá, director del Instituto de Medicina del Sueño, en esta entrevista (que puedes disfrutar clicando aquí): “las altas temperaturas favorecen el insomnio y el calor diurno aumenta la sensación de cansancio psicofísico y somnolencia. Además, en verano, el cambio de rutina, las comidas copiosas, los días festivos y/ o el mayor consumo de alcohol y psicofármacos multiplican el peligro de quedarse dormido al volante en la época donde más desplazamientos en vehículo se producen”.
También desde las instituciones europeas y varias sociedades científicas se ha evidenciado que:
- el síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS) es uno de los principales factores de riesgo de accidentes de carretera y hoy en día hay múltiples herramientas que permiten detectar a aquellas personas con alta probabilidad de tener apnea del sueño.
- la mayoría de los conductores que tuvieron un accidente a causa de la somnolencia afirman que duermen mal habitualmente (38,5%) mientras que el 23% afirma que durmió mal la noche anterior o que habitualmente está durmiendo a la hora que sufrió el accidente.
Por todo ello, creemos necesario que, igual que revisamos nuestro vehículo antes de salir a la carretera, es necesario también revisar nuestro sueño y, en ese sentido, el Instituto de Medicina del Sueño, en colaboración con otras entidades, lanza una campaña para detectar posibles trastornos del sueño durante este verano, y solucionarlos, de forma que hasta el 15 de Agosto todos los usuarios de su página web WWW.DORMIRBIEN.INFO podrán evaluar cómo duermen con un test on-line validado científicamente o medir tu somnolencia diurna cumplimentando aquí esta escala ecibir en unos pocos días una respuesta personalizada sobre si tienen o no un trastorno del sueño y cómo solucionarlo. Además, durantes los meses de Julio y Agosto, lanzamos una promoción para acercar las pruebas del sueño y su valoración médica especializada y personalizada a cualquier hogar de nuestro país, para detectar el Síndrome de Apnea-Hipopnea del Sueño, con una prueba del sueño en tu domicilio para saber si tu sueño es el óptimo y 2 consultas a distancia (antes y después de dicha prueba, por videoconferencia o por email), para estudiar su problema y explicarle el resultado de dicha prueba y el tratamiento a seguir para solucionarlo, todo ello de forma sencilla, rápida y eficaz y a un precio increíble (consulta AQUÍ las condiciones de la promoción)
Si duermes peor en verano, llama al teléfono del sueño (807464165, 24h) o reserva tu consulta o prueba del sueño aquí y te ayudamos, porque no cerramos por vacaciones, para que el calor no te quite el sueño
Dormir óptimamente en estas noches tropicales de verano es, a la vez, un desafío para muchos, una necesidad para unos y una pesadilla para otros, pero ojo porque puedes evitar que el insomnio estival te amargue las vacaciones y genere serios problemas de salud, con fáciles trucos.
El sueño ocupa un tercio de nuestra vida y sus problemas condicionan negativamente la salud y el bienestar. Según Jesús Escribá, director del Instituto de Medicina del Sueño, “actualmente hay aproximadamente 100 patologías relacionadas con el sueño y otras muchas que empeoran al dormir poco o mal, pero quizá no le damos la importancia que tienen o malinterpretamos nuestros problemas de sueño”. Es por ello que en este artículo desvelamos los últimos hallazgos científicos y los mejores trucos para dormir mejor con el calor
Cuida tu sueño, especialmente en verano, para que el calor no te quite el sueño
Está científicamente demostrado que dormir correctamente en verano es mucho más difícil, así que ahí van unos cuántos consejos, fáciles de aplicar, para lograr tener felices sueños, a pesar de las altas temperaturas:
1. Usar ventiladores de techo en lugar del aire acondicionado para refrescar tu hábitat de sueño, siempre preferentemente previamente a dormir y durante la primera mitad de la noche, evitando así fuentes de aire directas o cercanas a ti. Y si no tienes ventilador, siempre será mejor abrir las ventanas, usando antifaz o tapones para aislarse de la luz y del ruido al máximo, sin olvidar el anti-mosquitos, para los cuales, también el ventilador de techo es bastante efectivo por las corrientes de aire que genera que son las que realmente hacen recircular el aire y favorecen el sueño.
2. Ducharse con agua tibia o caliente mejor que fría, o en su defecto, mojarse con una toallita húmeda la nuca, las muñecas y los tobillos, antes de acostarnos, evitando secarse completamente para mantener cierta humedad corporal, sobre todo en extremidades y/o dejar dicha toallita en la mesita y reutilizarla si nos despertamos con calor.
3. Escoger sábanas de algodón o lino, pues no atrapan tanto el calor
4. Evitar los dormitorios orientados al sur o que almacenan gran cantidad de calor durante el día, oscureciéndolos y enfriándolos hasta alcanzar la menor luz posible y una temperatura menor de 20ªC durante la noche, usando también cualquier mecanismo disipador de calor como los ventiladores o el aire fresco del exterior (siempre y cuando, en este último caso, no suponga un aumento de la sonoridad, en cuyo caso habrá que buscar tapones)
5. Realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física moderada-vigorosa pero sólo en las horas más frescas de la mañana, en ambientes exteriores y nunca en las 3h previas a dormir
6. Cenar de forma ligera dos horas antes de acostarse e hidratarse más y mejor durante la noche (mejor que antes de dormir)
7. Evitar las siestas diurnas para favorece la presión y concentración de sueño por la noche
8. En cuanto a la ropa, lo mejor es usar pijamas cómodos, mínimos y transpirables, pero sin quitarse los calcetines o con los pies y manos tapados para favorecer la pérdida de calor a través de las extremidades
9. Usar antifaces y medidas anti-mosquitos
10. Mantener la humedad ambiental
Éstas son sólo algunas de las recomendaciones del Dr. Jesús Escribá Alepuz, en consonancia con la Sociedad Española de Sueño (SES) y la Sociedad Valenciano-Murciana de Neurofisiología Clínica (SVMNFC), de las cuales forma parte, para dormir mejor este verano, que también puedes consultar en este artículo de prensa del periódico Levante clicando aquí…
…o viendo este vídeo explicativo en nuestro canal de YouTube.
Nuestro Director, médico especialista en Neurofisiología Clínica y experto acreditado en Medicina del Sueño explica que “antiguamente el sueño sobrevenía naturalmente con el descenso de la temperatura ambiental y finalizaba de forma espontánea con el aumento de la misma, casi en paralelo con el ciclo luz-oscuridad, pero en las sociedades desarrolladas se ha perdido uno de los factores más importantes, junto con la luz”, ya que los ritmos diarios de temperatura ambiental han sido en gran medida atenuados debido al cambio climático, el uso intensivo de aire acondicionado y el aislamiento de los edificios así como la adopción de rutinas contrarias al ciclo vigilia-sueño natural”.
Además, Escribá menciona que: “cuando las temperaturas nocturnas son elevadas, es más difícil perder calor corporal y en consecuencia también dormir, sin olvidarse de que tendemos a prolongas las siestas (que deben ser entre 25 y 30′), perdemos sincronizadores sociolaborales como los horarios de trabajo o de reuniones durante las vacaciones , suele aumentar también la contaminación acústica y los atardeceres tardíos potenciados por el cambio de hora dificultan el ir a dormir a la hora adecuada, pues la gran cantidad de horas de luz que disfrutamos en verano inhibe de forma natural la producción nocturna de melatonina”.
Por todo ello, este experto aconseja dormir, bien ventilad@s e hidratad@s y manteniendo una buena higiene de sueño, lo que supone, entre otras cosas, no perder la rutina de levantarse todos los días, incluyendo los fines de semana, aproximadamente a la misma hora, desconectando los dispositivos electrónicos , usando luces cálidas y de baja intensidad entre una y dos horas antes de dormir y reservando un tiempo de entre 7 y 9 horas para el sueño nocturno, aunque también aconseja, si el problema de insomnio persiste más allá de 10 días, consultar clicando aquí con expertos en medicina del sueño como los del Instituto de Medicina del Sueño, antes de que se agrave y condicione nuestra salud, porque dormir mejor es salud.
Según un estudio, más de la mitad de los estudiantes españoles duermen poco o mal y hacen un uso abusivo de psicofármacos.
El dopaje en estudiantes es cada vez más frecuente, ya que necesitan poder memorizar gran cantidad de información de forma rápida y se sienten presionados por la falta de tiempo, lo que les hace recurrir a sustancias químicas que estimulen las funciones cerebrales y controlen sus emociones, mediante la ingesta de drogas, medicamentos o potenciadores cognitivos.
Muchos de los estudiantes, ante la facilidad con la que pueden conseguir ciertas pastillas, consideran que el consumo de estas es una solución sencilla y atractiva para mejorar la concentración y ser más productivos, ignorando los efectos secundarios y adicciones que producen drogas como las anfetaminas, o conocedores pero obsesionados con el miedo al fracaso y sintiéndose sobrecargados.
A los efectos para la salud a largo plazo que acarrean el uso de estos fármacos, e incluso a corto plazo, tales como intoxicaciones, intolerancias o sobredosis, se une que la información que se ha aprendido de forma rápida mediante el consumo de estas sustancias no se recupera en el futuro con la misma facilidad que la aprendida en condiciones normales.
Ante estos alarmantes datos desde el Instituto de Medicina del Sueño recomendamos enfrentar las épocas de exámenes de una forma saludable, mediante una buena alimentación, actividad física, y sobre todo, teniendo un sueño reparador y un buen descanso que permita estar más activos y productivos durante el día, tal y como el Dr. Escribá explica en este vídeo
Recordad que dormir mejor es salud y en época de exámenes el sueño es crucial para aprobar y triunfar. Para más información sobre cómo mejorar tu sueño, síguenos en redes sociales:
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“La semana pasada, el tiempo de uso del dispositivo aumentó en un 6%, con una media de 4 horas y 24 minutos al día”, me dice el iPhone. Las apps que más he abierto: Instagram (durante casi nueve horas), WhatsApp (en torno a ocho) y Safari y Spotify (unas cuatro). A la semana, he usado el móvil alrededor de 31 horas. Le he dedicado casi tantas como a un trabajo a jornada completa, subiendo un poco la media mundial: según muestra The Independent, en 2023, pasamos tres horas y 46 minutos al día con la mirada fija en esta pequeña pantalla.
Ver los datos así desglosados asusta. No importa realmente cuando una es consciente de que está haciendo scroll down en Instagram porque le apetece entregarse a ese imparable chute de dopamina, pero ¿qué sucede cuando se está tan cansado que no se puede parar? Suena contradictorio, pero así es: si por la noche termino de ver una película en el sofá y miro el móvil, por mucho sueño que tenga, este conseguirá atraparme durante, como mínimo, media hora; lo que hará que me vaya a la cama más tarde y duerma menos. Y si antes de cerrar los ojos lo cojo para “quedarme dormida más rápido” —eso me digo, al menos—, lo más probable es que ocurra todo lo contrario, y que a la mañana siguiente sienta que me ha atropellado un camión. ¿Cómo parar la rueda?
Acudo a la pantalla del móvil —dónde si no— para investigarlo, y descubro un pequeño estudio que asegura que apagar este dispositivo media hora antes de irse a la cama es suficiente para reducir la latencia del sueño (es decir, para dormirse más rápido), aumentar la duración y calidad del descanso, reducir los despertares y mejorar el humor y la memoria de trabajo.
Otro explica que apagando el teléfono una hora antes de irse a dormir, los participantes de la investigación no solo descansaron mejor y más rápido, también registraron mayor bienestar físico, felicidad y satisfacción con su existencia. “Además, se volvieron más receptivos al mundo que los rodeaba (…) Su adicción al teléfono disminuyó, lo que les permitió tener más control de sus vidas”, dice. Se minimizaron asimismo sus niveles de ansiedad y la sensación de estar ‘perdiendo el tiempo’, un tiempo que pudieron dedicar a tareas para las que normalmente sentían que no había hueco en el día a día.
Pese a contar con muestras reducidas, las conclusiones de ambos estudios suenan de lo más lógicas. Pero, si voy a autoimponerme la disciplina de dejar el móvil a un lado antes de dormir para descansar más tiempo, necesito confirmar que son ciertas, por lo que consulto a Jesús Escribá, médico neurofisiólogo y director del Instituto de Medicina del Sueño & el portal web WWW.DORMIRBIEN.INFO., quien me asegura que dejar de usar el móvil una hora antes de dormir elimina varios ‘obstáculos’ a la hora de descansar: “En primer lugar, la luz azul emitida por las pantallas interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño y que se produce en la oscuridad, ya que la exposición a esta luz puede retrasar la producción de esta hormona y dificultar el descanso”, me explica. A mi pregunta de si valdría, entonces, configurar la pantalla en modo cálido, responde que podría ayudar, pero que, en realidad, esta opción no elimina por completo la mencionada luz azul.
Para no dar la espalda al ‘experimento’, cojo el ‘ebook’ media hora antes de dormirme y no puedo evitar preguntarme: en caso de que uno no pueda despegarse del móvil a estas horas, ¿qué contenidos sería ‘mejor’ consumir para conciliar el sueño?
“En segundo lugar, el uso del móvil antes de dormir puede ser estimulante. Esto se debe a que las redes sociales, los juegos o los vídeos pueden aumentar la actividad mental y dificultar la relajación necesaria para conciliar el sueño”, continúa. “En tercer lugar, el uso del móvil antes de dormir puede provocar ansiedad al ser una fuente de estrés, ya que nos puede conectar con noticias, mensajes o notificaciones que nos preocupan”.
Según Escribá, cuanto más tiempo tengamos el móvil apagado antes de dormir, mayores serán los beneficios que notaríamos en el descanso, aunque la recomendación extendida de una hora podría ser suficiente. “Es importante encontrar un equilibrio que funcione para cada persona”, me cuenta. Decido empezar por una hora, registrando mis progresos durante una semana.
¿Es lo mismo mirar un móvil que un ebook antes de dormir?
El primer día, tras volver a casa de una cena con amigos, siento el impulso de abrir la aplicación del banco, quizá la más estresante de todas. Dejo esa idea a un lado y uso un libro electrónico hasta quedarme dormida, lo que realmente no hace que me duerma mucho más pronto de lo normal. Eso sí, duermo muy bien y no tengo esa sensación de “perder el tiempo” de la que hablábamos antes.
Pero ¿no es acaso un libro electrónico una pantalla, al fin y al cabo? Acudo a uno de los máximos expertos en medicina del sueño: “Mirar la pantalla del Kindle antes de dormir puede interferir en la calidad del sueño. Sin embargo, hay algunas diferencias entre esta pantalla y la del móvil, pues la del Kindle emite menos luz azul, por lo que puede ser menos perjudicial”.
El segundo día me cuesta mucho dejar el teléfono a un lado, pues estoy en medio de la interesante documentación para un artículo. Al final, sin saber muy bien cómo, acabo viendo en bucle vídeos de la humorista Tina Friml, lo que me engancha un buen rato ya en la cama. Para no dar la espalda al ‘experimento’, al final vuelvo a coger el ebook una media hora antes de dormirme y no puedo evitar preguntarme: en el caso de que uno no pueda despegarse del móvil a estas horas, ¿qué contenidos sería ‘mejor’ consumir para conciliar el sueño?
Según el director del Instituto de Medicina del Sueño, podríamos emplear el dispositivo para llevar a cabo actividades relajantes y que no estimulen la mente, como por ejemplo, escuchar música tranquila o meditaciones guiadas. Entrar en redes sociales, jugar a videojuegos o ver películas de acción o suspense estarían entre aquellas cosas que sería mejor evitar por completo.
El tercer día me quedo trabajando hasta tan tarde delante del ordenador que me pregunto si realmente tendrá algún efecto que use o no el móvil una vez me tumbe en la cama. Me acuerdo del meme que dice:
— Bienvenido a casa. ¿Has tenido un buen día mirando pantallas en el trabajo?
— Sí, mis pantallas estuvieron bien, ¿qué tal las tuyas?
— No estuvieron tan bien, así que me gustaría que viésemos algo en la gran pantalla de nuestra casa.
— Vale, pero puede que use mi pantalla pequeña mientras lo hacemos.
Evito la tentación de usar la “pantalla pequeña”, aunque me cuesta: sé que tumbarme y simplemente cerrar los ojos me puede llevar a lugares inhóspitos, entre los que se incluyen el patio del colegio en el que aquella amiga me dijo que no iría a mi cumpleaños en el 2000 o la pila de ropa que lleva una semana sin lavar.
La caída libre hacia un precipicio de pensamientos turbadores que, en mitad de la oscuridad, parecen mucho más acuciantes y terroríficos de lo que serían a la luz del día es justo lo que quiero evitar. Eso es lo que siento que el móvil ayuda a mitigar con su trampa de estímulo continuo. No obstante, en este caso, estoy tan agotada que me duermo antes de poder esbozar cualquier escenario mental. Algo que, sin duda, no habría conseguido si hubiera encendido el móvil.
¿Puede conseguirse este pequeño milagro sin llegar a tales extremos de cansancio? Según Escribá, es posible si creamos las condiciones idóneas para el sueño. Estas incluyen medidas como llevar a cabo una rutina relajante antes de acostarnos (puede incluir lectura, un baño caliente, música tranquila…), establecer una hora regular para acostarnos y levantarnos (que ayudará a nuestro cuerpo a regular su ritmo circadiano) y evitar la cafeína y el alcohol en las horas previas al descanso.
También es buena idea crear un ambiente sereno en el dormitorio, que debe ser oscuro, silencioso y fresco. Y para los que tendemos a rumiar cuando cae la noche, dos consejos clave: no estar continuamente mirando el reloj para evitar una ansiedad que, sin duda, no ayuda a la hora de caer dormidos, y escribir en un papel los pensamientos que nos ‘atormentan’ antes de irnos a la cama, para ‘liberarnos’ de ellos antes de apagar las luces.
¿Es mejor poner la tele? ‘La televisión, al encontrarse más alejada de la persona, interfiere la mayoría de las veces menos que un móvil. Sin embargo, esto difiere en cada persona y circunstancia’, apunta el Dr. Jesús Escribá, experto mundial en patologías de sueño.
El cuarto día llego tan cansada a casa después de trabajar durante toda la tarde que realmente solo quiero ‘despejar’ la mente. Miro deliberadamente el móvil para evitar ponerme una película por dos razones: la primera es que siento que estoy demasiado agotada para centrar mi mente en algo que dure más de un minuto y la segunda, que tengo la impresión de que así me iré más pronto a la cama. Al final, tardo lo mismo en dormirme que si me hubiese puesto un largometraje.
Me doy cuenta de que cuanto más cansada estoy, más me inclino a consumir el tipo de contenido ligero y lleno de estímulos que ofrecen las redes sociales. Si durante todo el día no he hecho nada ‘para mí’, mi cerebro siente que ‘se merece’ esta gratificación instantánea. Es una pescadilla que se muerde la cola, la rueda del hámster que no va a ninguna parte. ¿Hubiera sido mejor poner la tele? “La televisión, al encontrarse más alejada de la persona, interfiere la mayoría de las veces menos que un móvil. Sin embargo, esto difiere en cada persona y circunstancia”, contesta la experta en sueño.
Los tres días restantes siguen el mismo patrón: cuanto más descansada estoy y más control siento que he tenido de mi tiempo durante el día, más sencillo me resulta dejar el móvil a un lado y antes concilio el sueño. Una vez que lo alejo de mí, siempre me asombra el gran número de actividades diarias que están relacionadas con él más allá de las obvias: si quiero mandar un documento al ebook, necesito el móvil. Si quiero lanzar una película a la pantalla de televisión o buscar información sobre la misma, igual. Si quiero registrar mis gastos, ponerme un recordatorio para el día siguiente, programar la alarma… Y, en el camino de hacer todas esas cosas ‘serias’, hay que evitar activamente la automatización que supone chequear Facebook o Instagram.
Al final, apagar el dispositivo una hora antes de dormir —algo que por supuesto nunca hago, simplemente, trato de apartarlo de mí— requiere, además de voluntad, un extra de planificación. También me resulta difícil porque, a pesar de tener la sensación de que me cuesta mucho separarme de este aparatito (las redes sociales poseen complejos mecanismos para hacernos entrar en un bucle infinito de consumo), no suelo sentir que estoy perdiendo el tiempo cuando lo uso: sí, en Facebook ya solo hay vídeos de perritos que cuidan patos —irresistibles—, pero Instagram no para de lanzarme noticias relevantes o contenidos de creadores que me resultan verdaderamente interesantes.
Para estos casos, quizá lo mejor sea limitar el tiempo de uso de las apps de manera efectiva. Y digo efectiva porque los controles que iPhone ofrece por defecto son demasiado fáciles de burlar para una adicta (basta con presionar “ignorar el límite” para seguir con la aplicación abierta). Hay apps que restringen de manera más efectiva el uso, por ejemplo, creando una clave que tú no conozcas y que solo puedas recuperar a través de tediosos procedimientos, pero eso sería quitarme realmente la zanahoria de delante de la cara. Y, lamentablemente, por mucho que eso interfiera en mi sueño, muchas noches siento que me la merezco.
Con motivo del Día Mundial de la Salud (7/4/2024), el Instituto de Medicina del Sueño, a través de su director médico especialista en Neurofisiofiología Clínica y experto en Medicina del Sueño, el Dr. Jesús Escribá, destaca la importancia del sueño como “pilar fundamental del sueño” y remarca datos preocupantes sobre insomnio y abuso de sustancias psicoactivas en los jóvenes españoles, según un estudio recientemente publicado, del que Escribá nos habla en una reciente entrevista en TV que puedes ver aquí y cuyas principales conclusiones destacamos a continuación:
- Sólo un 24% reconoce dormir bien y lo suficiente.
- El 83% usa dispositivos electrónicos con pantalla en la cama antes de irse a dormir.
- Cansancio o fatiga (54%), dolor de cabeza (40%), y mal humor o irritabilidad (34%), son los principales síntomas referidos tras dormir poco o mal.
- La Rioja, Baleares, Comunidad Valenciana y Asturias, entre las CCAA donde se duerme menos de lo recomendado.
- Casi un 15% cumple criterios diagnósticos de trastorno de insomnio crónico y un 19% identifica el insomnio como resultado de un problema de salud mental, como la ansiedad y la depresión, un porcentaje que en mujeres asciende al 25,5% y al 21% en la franja de 18 a 23 años.
- Dormir entre 7 y 9 horas, evitar el alcohol y desconectar dispositivos antes de dormir, entre las recomendaciones para dormir bien.
Ante ello, Escribá, subraya que este problema es grave especialmente grave entre los jóvenes, por encontrarse en un periodo vulnerable de desarrollo y maduración cerebral e impacta muy significativamente sobre su rendimiento académico. Además, también perjudica a los de mayor edad, sobre todo a nivel laboral, suponiendo un mayor riesgo de sufrir enfermedades psiquiátricas, cardiovasculares, metabólicas y neurodegenerativas, por lo que recomiendo consultar con una Unidad de Sueño especializada, como el Instituto de Medicina del Sueño, que ofrece gratis este test de evaluación de sueño, clicando aquí, antes de que el problema se cronifique y/o agrave.