Un estudio reciente ha sugerido que estar expuesto a pesticidas, así como fumar, podría aumentar el riesgo de sufrir el trastorno de la conducta REM (TCSR), que consiste en que la persona duerme y puede presentar conductas agresivas pateando, dando puñetazos o movimientos bruscos.
El sueño tiene una etapa denominada REM en la cual se tienen sueños vívidos y normalmente la mayoría de individuos presentan tan sólo la respiración y movimientos rápidos oculares. En esta etapa, puede presentarse el Trastorno de la Conducta en el Sueño REM (TCSR), en la cual los sueños pueden ser exteriorizados de maneras más vívidas como hablar, patear, sacudir, salir de la cama o correr.
Con frecuencia se ha planteado que el problema de padecer de este trastorno se centra en los peligros para quienes comparten la cama con los individuos que lo padecen, pero en realidad el riesgo mayor es que puede ser indicativo de estar padeciendo un trastorno neurodegenerativo grave como la enfermedad de Parkinson y la Demencia de Cuerpos Lewy (DCL).
Dentro de la investigación realizada, los científicos preguntaron a pacientes de clínicas de sueño en diferentes lugares del mundo sobre sus hábitos alimenticios, estilo de vida, antecedentes médicos y educativos.
Dentro de lo que se pudo concluir está que quienes padecían TCSR eran aquellos individuos que estaban expuestos a pesticidas, solían fumar y aquellos que tuvieron alguna lesión en la cabeza.
El estudio fue publicado en la edición en línea de la revista Neurology del 27 de junio y fue liderado por el doctor Ron Postuma, que se desempeña como profesor asociado de neurología de la Universidad de McGill, en Montreal.
La investigación se hizo con casi 350 personas que padecen TCSR y que asistían a clínicas del sueño en Canadá, Estados Unidos, Europa y Japón, con edad promedio de 67 años y de los cuales el 81 por ciento eran hombres, ninguno de ellos padecía Parkinson o demencia.
Se tuvo un grupo de control con 281 individuos que tenían trastornos del sueño diferentes a los tratados, como apnea del sueño e insomnio y 129 personas que no padecían trastornos relacionados con el sueño.