La siesta, mejor si es corta. Un nuevo estudio, presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, sugiere que quedarse dormido durante más de una hora podría suponer un riesgo para la salud.
«La siesta durante el día es común en todo el mundo y generalmente se considera un hábito saludable. Una opinión común es que la siesta mejora el rendimiento y contrarresta las consecuencias negativas de la ” falta de sueño”. Nuestro estudio desafía estas opiniones ampliamente difundidas», señala el autor del estudio, el doctor Zhe Pan, de la Universidad Médica de Guangzhou, China.
Este estudio recopiló la evidencia disponible para evaluar la relación entre las siestas y los riesgos de mortalidad por cualquier causa y enfermedad cardiovascular.
El análisis encontró que las siestas largas, de más de 60 minutos, se asociaron con un 30% más de riesgo de muerte por cualquier causa y un 34% más de probabilidad de enfermedad cardiovascular en comparación con no tomarlas. Cuando se tuvo en cuenta el sueño nocturno, las siestas largas se relacionaron con un riesgo elevado de muerte solo en aquellos que dormían más de seis horas por noche.
Las siestas cortas, de menos de 60 minutos, no se relacionaron con riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. «Los resultados sugieren que las siestas más cortas (especialmente las de menos de 30 a 45 minutos) podrían mejorar la salud del corazón en las personas que duermen lo suficiente por la noche», apunta el doctor Pan.
Las razones por las que las siestas afectan al cuerpo aún son inciertas, señala el doctor Pan, pero algunos estudios han sugerido que las siestas prolongadas están relacionadas con niveles más altos de inflamación, lo cual supone un riesgo para la salud del corazón y la longevidad. Otra investigación ha relacionado las siestas con presión arterial alta, diabetes y mala salud física en general.
«Si desea tomar una siesta, es más seguro mantenerla por debajo de una hora”, concluye y recomienda nuestro director, el Dr. Jesús Escribá.