Estudios en animales mostraron daño en vasos sanguíneos de este órgano.
25 Abril 2012- Texas, USA. Científicos del Baylor College of Medicine de Houston comprobaron que basta que una persona sufra por 30 días de apnea obstructiva del sueño para que los vasos sanguíneos de su cerebro muestren daño, lo que a la larga puede desencadenar un derrame en este órgano.
La apnea obstructiva del sueño es un trastorno en el que en forma recurrente, y mientras se duerme, las vías respiratorias colapsan, impidiendo que el oxígeno llegue al cerebro.
En este caso, los expertos usaron un nuevo modelo experimental, mucho más real que el utilizado en los estudios anteriores, que sólo interrumpía el paso del oxígeno. La investigación, encabezada por Randy F. Crossland y patrocinada por la American Physiological Society (APS), incorporó todas las consecuencias fisiológicas que intervienen en este tipo de apneas en los seres humanos. Así, los animales que formaron parte del estudio fueron sometidos a 30 apneas de 10 segundos de duración, una por cada hora. Al término de las ocho horas de sueño que les eran permitidas a diario, los animales sufrían 240 interrupciones de oxígeno. En el mes que duró la medición, los individuos tuvieron 7.200 apneas.
Al término de este período, la función cerebral se redujo hasta un 22%. Esto, porque las células de las paredes de las arterias del cerebro sufrían disfunciones similares a las que tenían los pacientes en riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares. “Hay dos hallazgos importantes en estos resultados”, dijo el investigador Randy Crossland. “El primero es el modelo en sí mismo. El nuevo modelo nos permite estudiar la enfermedad completa y entender mejor cómo la exposición repetitiva a la apnea afecta al cuerpo. La segunda es que sólo un mes de moderada apnea obstructiva del sueño produce una alteración de la función cerebral, que podría resultar en un derrame. Un hallazgo que pone de relieve el impacto negativo que la apnea puede tener en el cuerpo”.
Además del riesgo cerebrovascular, quienes sufren de apneas del sueño padecen de somnolencia durante el día, dolor de cabeza matutino, disfunción sexual y cambios en su estado de ánimo y de comportamiento.
Según un estudio de la Universidad de California, en San Francisco, la falta de oxígeno también afecta el flujo sanguíneo que llega al cerebro, causando daño cognitivo y mayor riesgo de demencia en la vejez.
Cuando esta disfunción del sueño ocurre en los niños, estos tienen una mayor tendencia a tener problemas de conductas socio-emocionales, debido a una mala oxigenación.