Para que el calor no te quite el sueño

01/07/2019

Aumenta la temperatura y aumentan también los problemas para dormir. El verano es una época que se prevé para el descanso, para recuperar las horas de sueño que perdemos durante el resto del año. Pero, en al menos un cuarto de la población, no es así. Según recientes estudios, la frecuencia de los casos de insomnio es todavía mayor en la época estival convirtiéndose en la patología médica más habitual durante estos meses, debida, en gran parte, al cambio en los hábitos de vida y el aumento de las temperaturas.

Para Jesús Escribá, director del Instituto de Medicina del Sueño, “la temperatura ideal para conciliar el sueño está entre los 18 y los 21 grados, muy alejada de las calurosas noches que estamos teniendo y esto hace que nos cueste más iniciar el sueño, nos despertemos más por la noche y que la calidad y cantidad de sueño se reduzcan. A medida que aumenta la temperatura en el ambiente, la duración de los ciclos del sueño es más corta. Por ello, hay que seguir una serie de recomendaciones preventivas, que son muy importantes para obtener un sueño reparador.”

La falta de descanso tiene serias consecuencias a medio y largo plazo en nuestro organismo como cambios de humor, problemas de memoria, alteraciones afectivas y de conducta, nerviosismo, aumento de la sensibilidad al dolor e incluso la posible afectación del sistema inmunitario”. Según Escribá, “la disminución de la temperatura ambiente y corporal es una de las señales biológicas más potentes para la inducción del sueño pero, cuando ésta supera los 21 grados, el riesgo de insomnio aumenta exponencialmente. Además, la privación de sueño es de las pocas patologías que ya provoca sintomatología evidente desde ese mismo día, originando  irritabilidad, pérdida de reflejos, ansiedad, fatiga y cansancio continuado, que suelen afectar más a mujeres que a hombres con edades similares”.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que no sólo es un problema de temperatura y de poner el aire acondicionado ya que, en verano los hábitos alimenticios y de higiene de sueño son también más desordenados: por regla general comemos y bebemos más y en algunos casos dormimos siestas demasiado largas a horas intempestivas, por lo que, si sufrimos de insomnio, no cometer excesos de este tipo será la clave para un descanso nocturno más reparador”, afirma el experto.

Según ha confirmado nuestro Director, médico especialista en Neurofisiología Clínica que dirige el grupo de expertos del Instituto de Medicina del Sueño, con consultas y pruebas de sueño adaptadas a cada paciente y su trastorno de sueño, para ofrecer soluciones a cualquier problema de sueño y garantizar dormir mejor desde la primera consulta,  “el sueño está directamente relacionado con la secreción de melatonina de nuestro cuerpo, que aumenta durante la noche. Al haber más horas de luz, la melatonina que producimos disminuye, lo que dificulta la conciliación del sueño y provoca un incremento del insomnio”.

Posted in Destacadas by Jesus Escriba
Logo Instituto de Medicina del Sueño
llamada-807-1
Envía un mensaje
Logo Instituto de Medicina del Sueño